22/Febrero/2012
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Sobre
la inconcebible pretensión de construir una base naval en el Parque Nacional
del Este, concretamente en el sitio de Catuano en la isla Saona, quisiera
realizar las siguientes reflexiones:
1 – Militarizar un área protegida,
concretamente uno de los parques nacionales más importantes del Caribe es
inaceptable.
2 – Destruir un enclave natural como la
Punta Catuano y todo su entorno insular protegido edificando instalaciones
militares no se debería ni si quiera plantear.
3 – Alterar con tráfico de navíos de
guerra, desechos tóxicos, aceites, combustibles y todo lo que rodea las bases
navales en cualquier lugar, el canal de Catuano, una bahía arrecifal protegida
por la convención Ramsar, viola los convenios internacionales asumidos por
nuestro país.
4 – Convertir el lugar de disfrute de más
de 400.000 turistas que recalan anualmente en la isla Saona en el vecindario de
una base naval militar del Comando Sur de los Estados Unidos, es un golpe
extremadamente negativo para el desarrollo del turismo dominicano.
5 – Usurpar las atribuciones del Ministerio
de Medio Ambiente y entregarle la potestad del manejo de un área protegida
dominicana a la Marina de los Estados Unidos es, simplemente un adefesio moral
y legal.
El Parque Nacional del Este es uno de
nuestros más potentes acorazados de la naturaleza dominicana, ¿vamos a
entregarlo, desmantelarlo y hundirlo?.
La experiencia de nuestros vecinos puertorriqueños
con la utilización militar de la isla de Vieques es bien conocida: un espacio
natural virgen convertido en un campo de tiro. El precio que pagaron sus
pobladores también lo es: cáncer, enfermedades y miseria.
¿Podemos aceptar que la isla Saona se
convierta en el Vieques dominicano?.
La Coalición Para la Defensa de las Áreas
Protegidas debe reactivarse. Tenemos que salvar de nuevo una de nuestras más
emblemáticas áreas protegidas: el Parque Nacional del Este.
Adolfo López
Comisión Ambiental de la Academia de
Ciencias.