22/Enero/2012 Madrid.- Ni fue una maniobra imprevista, ni era la
primera vez que se acercaba tanto a la costa, ni era una decisión sólo suya.
Así de contundente se mostró el capitán del Costa Concordia, Francesco
Schettino, en su declaración ante el juez.
"Ha
habido otros lugares en los que hemos hecho esa maniobra como
en Capri, Sorrento, en todo el mundo (...) Es una forma de hacer
publicidad". Así explicó por qué realizó la peligrosa maniobra de
acercamiento a la isla de Giglio que provocó el choque del barco contra un
arrecife y su posterior naufragio.
Según publican los diarios 'Corriere della Sera' y 'Il
Messaggero', durante el interrogatorio al que fue sometido la semana
pasada, Schettino quiso dejar claro que la naviera le dio permiso para realizar
la maniobra,contradiciendo
al presidente de Costa Cruceros, Pier Luigi Foschi, el cual
afirmó que desconocía que hiciera esas maniobras y que nunca le hubiera dado
permiso.
En cuanto a por qué tardó tanto en activar la
alarma de evacuación, otro de los misterios
del naufragio, Schettino le explicó al juez que no la activó antes "antes de dar la alarma hay que estar
seguro porque yo
no quería crear un pánico innecesario ni dejar a los pasajeros en el agua por
nada". Reconoce que fue un grave error, aunque preguntado si consideró que
lo que estaba pasando no era de suficiente importancia, contestó que no y
desveló que el sistema de registro estaba roto.
"Ahora tengo que
vivir con los muertos", le espetó al juez, que intentó que
realizara una reconstrucción cronológica de los sucedido, con la presión de los
fiscales que insistieron en preguntarle porque no activó la alarma hasta más de
una hora después del choque.
"Actúe cuando tuve la información y
estuve seguro de que ya no era posible mantenerlo a flote", dijo y añadió
"qué hubiera pasado si hubiera puesto a todos los pasajeros en el agua y
luego el barco se hubiera mantenido a flote".
E insistió en que dio el aviso de que había
un fallo eléctrico porque los seis generadores del barco se
inundaron, a lo que el juez le espetó que entonces el barco era
ingobernable y que, por tanto, sí era necesario que hubiera dado la alarma de
evacuación. Schettino, sin embargo, siguió defendiendo que hizo lo correcto tal
y como estaba la situación en ese momento.
En cuanto a las explicaciones de por qué se
acercó a la costa. Schettino aseguró que es algo que hace habitualmente como
una manera de llamar la atención y de saludar a los habitantes de los lugares
por los que pasa el crucero. E incluso llegó a reconocer que no
sólo lo había hecho con este crucero sino también con otros como por ejemplo el 'Costa Europa' y
otros buques.
Schettino reconoció que aquella noche además
su acercamiento iba dedicado al maitre del crucero y al ex comandante Mario
Palombo, ambos naturales de la isla de Giglio, pero que si no hubieran estado
ellos lo hubiera hecho igual porque era algo "habitual".
Donde más dudas mostró fue al intentar
explicar por qué abandonó el barco dejando a la tripulación y a los pasajeros
en el crucero. Aquí Schettino no supo muy bien cómo explicarse ya que las
grabaciones de éste con Capitanía demostraron que no sólo abandonó el barco
sino que engañó al capitán Roberto Ferrarini, quien se encontraba al mando esa
noche.
Por último quiso generar dudas sobre el sistema de copia de seguridad de los datos del crucero. El capitán
aseguró que no estaba seguro de si pudo grabar lo ocurrido porque, según él,
estaba rota y que ya había hecho la petición a inspección para que la
arreglaran. Por lo que afirmó que duda que pudiera haber grabado lo qué sucedió
en el puente de mando.
Por suerte, este sábado los buzos hallaron el
disco duro del ordenador del Costa Concordia, que supuestamente contiene varios
vídeos del puente de mando, lo que podría contribuir a la reconstrucción de lo
sucedido en el momento del impacto, alrededor de las 21.45 hora local.
Ahora se espera que la caja negra de la nave,
parte de la cual ya ha sido recuperada por los buzos, arroje nueva luz sobre
esa noche, pues en ella podrían haber quedado registradas las conversaciones
mantenidas por el capitán en el puente de mando.
Junto
con los temas de patentes, la empresa mencionó como factores que influyeron en
su decisión las prestaciones de los empleados jubilados, la debilidad de la
economía estadounidense y maniobras de vendedores para cortar sus lazos con la
empresa.
La compañía fundada hace 131 años se esforzó
durante décadas por hacer frente a sus competidores en el negocio de película
fotográfica y al ascenso de la tecnología digital. Su giro final hacia
transformarse en una empresa que vende impresoras resultó ser demasiado
costoso.
La solicitud de bancarrota es un revés para el
presidente ejecutivo, el español Antonio Pérez, quien se sumó a la compañía
luego de dirigir el negocio de impresoras de Hewlett-Packard Co. Kodak perdió
más de US$7.000 millones en valor de mercado durante su gestión, ya que el
ejecutivo no logró replicar el éxito de su ex empleador en el rubro de las impresoras.
Kodak, un componente del Promedio Industrial Dow
Jones entre 1930 y 2004, ha registrado pérdidas todos los años con excepción de
uno desde que Pérez asumió el mando en 2005.
Los problemas de la compañía se agudizaron en 2011,
cuando la estrategia de Pérez de aprovechar la cartera de patentes de la
empresa a través de acuerdos de licencias se agotó.
Kodak atribuyó el jueves los problemas de la
estrategia a "las tácticas de litigio empleadas por un reducido número de
empresas tecnológicas que infringen las patentes, que tienen un sólido balance
financiero y que están al tanto de los desafíos de liquidez de Kodak".
La empresa ha demandado a un grupo de fabricantes
de teléfonos inteligentes y computadoras tipo tableta acusándolos de haber
violado sus patentes en las vistas previas de imágenes con cámaras digitales y
en la tecnología que transmite fotografías digitales desde un dispositivo.
En agosto, Kodak puso a la venta unas 1.100
patentes digitales. Sin embargo, las posibilidades de caer en bancarrota
mantuvieron a raya a los interesados, dicen personas al tanto de la situación.
La compañía, que informó que entre 2003 y 2010
generó US$3.000 millones en ingresos por licencias de su cartera de patentes,
planea acelerar la venta de patentes en la corte de quiebras.
La presión sobre el flujo de caja de Kodak quedó en
evidencia en septiembre, cuando utilizó US$160 millones de su línea de crédito
a pesar de haberles dicho a los inversionistas que estaría generando efectivo.
La compañía anunció el jueves que había conseguido
un crédito de US$950 millones de Citigroup Inc. que la ayudará a mantenerse a
flote durante el proceso de reestructuración.
También designó a Dominic Di Napoli, vicepresidente
de FTI Consulting Inc., como su jefe de reestructuración.
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