Costó 750 millones de dólares y, luego de 20 años desde su lanzamiento, volverá a la Tierra. Se trata del UARS, satélite de la NASA salido de control desde el 2005 que ha caído poco a poco hacia nuestro planeta desde ese año. Se estima que llegará el viernes próximo, con un rango de error de un día más o menos.
Según informa el diario español El País, que cita a la agencia norteamericana, lo más probable es que el satélite caiga al océano, pues este conforma el 75 por ciento del total del planeta. Al ingresar a la atmósfera, la fricción destruiría parte del artefacto. Solo 26 grandes piezas resistirán la entrada a nuestro planeta y caerían en una superficie de 800 kilómetros.
El UARS mide 10.7 metros de largo y 4.5 de diámetro. Cuando fue lanzado, pesó cinco mil 668 toneladas (combustible incluido). Las probabilidades que alguno de sus fragmentos caiga sobre una persona son de tres mil 200 a uno.
Dato:
La caída del cuerpo es monitoreada por la NASA, que conforme se acerque el satélite, brinda información más precisa.