Jimaní. El lago Enriquillo ya cubre medio kilómetro de la carretera Jimaní-Boca Cachón, situación que agrava el riesgo -cada vez más inminente- de que ambas localidades queden incomunicadas en cualquier momento. En Boca de Cachón -la zona de más alto riesgo a un desastre a causa de las inundaciones del lago- sus habitantes desde un tiempo duermen con “un ojo cerrado y otro abierto”. El pánico no es para menos: las aguas del lago, que en febrero de 2009 estaban a una distancia de cinco kilómetros, ahora se encuentran apenas a 150 metros de los patios de las viviendas del poblado.
En adición a esa realidad, el nivel freático de las aguas se encuentra a dos y tres pies en algunos lugares, lo que hace que muchos de sus moradores “escuchemos ruidos de inundaciones por debajo de la tierra”, a juzgar por el temor que externa Leonel Froilán, presidente del Consejo de Desarrollo de la comunidad. “Lo peor es que las autoridades no tienen un plan para prevenir un eventual desastre. Nos han dejado prácticamente desamparados. Hace unos días, a través dela Comisión Presidencial de Apoyo al Desarrollo Barrial, se nos prometió la construcción de un tramo de 9 kilómetros de carretera para sustituir el tramo que actualmente está bajo las aguas del lago, pero ahora, sin consultarnos a nosotros, sin venir a plantear la propuesta a la comunidad, nos salen que van a construir un relleno; y esa propuesta la rechazamos de manera categórica, porque eso sería provocar que el lago Azuei, que está a un nivel más alto que el lago Enriquillo, vierta sus aguas hacia nosotros, aumentando más aún la inminente posibilidad de sepultar la comunidad”, se queja Froilán Recio. Esa posibilidad de un desastre de consecuencias imprevistas hace dos años que embarga al poblado, pero se ha extendido más entre las comunidades contiguas al lago después de que el Centro de Investigación Marina de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) diera a conocer recientemente, en La Descubierta, un estudio preliminar que advierte sobre la presencia de una falla geológica detectada entre los lagos Enriquillo y Azuei o el lago del Fondo, en territorio hatiano, que podría activarse de producirse un movimiento sísmico en la zona. Fernando Ramón Novas Santana, síndico de Jimaní, comparte la preocupación de los habitantes del distrito municipal de Boca de Cachón, quienes claman por ser desalojados y ubicados en un lugar más alto y seguro. “Boca de Cachón está condenada a una catástrofe si no se toman acciones de desalojo inmediatas. El lago cada día se acerca más al poblado. Sólo hay que dar un picazo en el patio de una casa para que se oiga el ruido del agua”, advierte. Estudio UASD advierte catástrofe Además de la presencia de una falla ecológica entre los lagos Enriquillo y Azuei, la bióloga Gladys Rosado, quien ofreció explicaciones a las autoridades de las once comunidades ubicadas en las inmediaciones del lago Enriquillo sobre el estudio realizado por la UASD, advierte que todas las poblaciones alrededor del lago corren el riesgo de ser arrasadas, y apunta que la peor catástrofe ocurriría en territorio dominicano, porque el lago del Fondo se movería hacia Jimaní, a sus municipios y a todos los municipios de la provincia Bahoruco. El estudio hace referencia a un resumen histórico del comportamiento del lago Enriquillo, donde se destacan los aportes de flujos de los humedales más importantes de la zona, entre los que citó a Las Marías, Las Barías, Boca de Cachón y La Zurza, de los cuales no se descartan que contribuyan a la problemática de las inundaciones del lago. Quejas, propuestas y soluciones Leonel Florián Residente Boca de Cachón Florián urge de las autoridades que se haga un levantamiento para evacuar a otro lugar a los habitantes de Boca de Cachón, tras quejarse de la escasa presencia del gobierno y de los organismos de prevención y mitigación de desastres, entre los cuales señaló al Centro de Operaciones de Emergencias (COE). Fernando R. Novas Síndico de Jimaní “La única solución para prevenir una catástrofe en Boca de Cachón es que el Gobierno reubique a los habitantes en otro lugar más alto y más seguro. El desbordamiento del lago Enriquillo es irreversible y es una realidad cada día más latente, por lo que es urgente la adopción de medidas preventivas”, dijo Novas. Marcos Santana Gobernador civil Marcos Santana asegura que las autoridades, a través del Consejo Presidencial de Apoyo al Desarrollo Barrial, trabajan en impedir que Boca de Cachón quede incomunicada por la expansión de las aguas del lago. Dijo que se trabaja en la construcción de un relleno al tramo que se encuentra bajo el nivel del acuífero.