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Un grupo de rebeldes celebra tras tomar el control del centro de oficiales femeninos del Ejército libio en el distrito de Qarqarsh en Trípoli, ago 22 2011. Tanques y francotiradores del Gobierno libio defendían el lunes los últimos reductos de resistencia en Trípoli, luego de que los rebeldes llegaran al centro de la capital alentados por una multitud que anunciaba el fin de 42 años de Muammar Gaddafi en el poder. El líder de 69 años, que instó a los civiles a tomar las armas contra las "ratas" rebeldes, dijo en una grabación de audio que estaba en la ciudad y que permanecería allí "hasta el final".
REUTERS/Bob Strong |
Por Ulf Laessing y Missy Ryan
TRIPOLI (Reuters) - Un hijo de Muammar Gaddafi a quien los rebeldes daban por capturado hizo una aparición sorpresa ante sus partidarios la noche del martes en Trípoli y llamó a los leales al régimen para que combatan a los oponentes que ahora dicen controlar la mayor parte de la ciudad. Saif al-Islam, que ha sido considerado el heredero aparente de su padre, visitó el hotel de Trípoli donde se alojan los corresponsales extranjeros para declarar que el Gobierno está ganando la batalla contra los rebeldes.
Los líderes mundiales instaron a Gaddafi, de 69 años, a rendirse para prevenir más derramamiento de sangre y apelaron a una transición ordenada del poder, mientras la batalla por el control de la nación norafricana productora de petróleo pareció entrar en su recta final después de seis meses. TIROTEOS Los rebeldes entraron en Trípoli hace dos días mientras se producía una revuelta en el seno de la ciudad. Periodistas de Reuters vieron tiroteos y enfrentamientos con armas pesadas, incluidos cañones antiaéreos, mientras los rebeldes trataban de anular a los francotiradores y los focos de resistencia. Cientos de personas habrían muerto o resultado heridas desde el sábado. Pero los tanques de Gaddafi y los francotiradores parecían controlar sólo pequeñas zonas, sobre todo en los alrededores del fortificado complejo Bab al-Aziziyah, en el centro de Trípoli. Los civiles que llenaron las calles el domingo para celebrar el fin de la dictadura ahora permanecían en casa mientras el fuego de ametralladoras y las explosiones se sucedían en algunos de los combates más encarnizados de las revueltas de la "primavera árabe" que afecta a Oriente Medio. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, diciendo que el conflicto no había acabado, pidió a los rebeldes cautela para no tomar venganza contra el brutal gobierno de Gaddafi. "La verdadera justicia no provendrá de represalias y violencia", declaró. Obama también dejó en claro que Washington se opondría a cualquier grupo en el seno de la coalición rebelde que imponga su poder sobre otras partes de la sociedad libia. "Por encima de todo pedimos una transición integral que lleve a una Libia democrática", dijo Obama. (Reporte de Leon Malherbe en Trípoli, Peter Graff en el oeste de Libia, Robert Birsel en Bengasi, William Maclean en Londres, Hamid Ould Ahmed y Christian Lowe en Argel, Souhail Karam en Rabat, Richard Valdmanis en Túnez, Laura MacInnis y Alister Bull en Oak Bluffs, EEUU. Traducido por la Redacción de Madrid; editado por Carlos Aliaga vía Mesa Santiago)