La Policía continuaba anoche las investigaciones sobre el asesinato del fisiatra Sergio Rafael Rojas, quien ejercía la profesión en el Centro Médico de la Universidad Central del Este (UCE), mientras que decenas de personas que se ejercitan caminando en los alrededores del Jardín Botánico, donde fue muerto a balazos el profesional, expresaron temor por la escasa vigilancia policial en la zona.
El doctor Rojas fue interceptado en la avenida de Los Próceres, mientras caminaba en ropas deportivas ejercitando su cuerpo a primeras horas del día, cuando fue tiroteado por uno de cuatro hombres que viajaban en dos motocicletas. Una bala atravesó su abdomen, entrando por su costado izquierdo y saliendo por el lado derecho de su espalda, según certificó el médico legista.
Se informó anoche que los investigadores persiguen a cuatro presuntos delincuentes, que habrían sido identificados por testigos, como presuntos responsables de la autoría de la muerte del doctor Rojas, de 52 años, quien residía en la calle Euclides Morillo, de Arroyo Hondo.
Los agresores viajaban en dos motocicletas Honda, una de color verde, y le dispararon sin mediar palabras, según testigos que presenciaron el hecho. En la calle Los Próceres, entre la República de Argentina y Colombia, donde cayó el cuerpo del médico, los investigadores recogieron cuatro casquillos de pistolas calibre 9 milímetros.
Como propiedad de Rojas recuperaron un celular Black Berry, un anillo graduación de la UASD, un reloj, su billetera, licencia de conducir, una copia de la matrícula de un automóvil y tres tarjetas de créditos. El médico portaba, además, una licencia para arma de fuego, la cual no ha sido localizada por la Policía.
Se informó que el asesinato estaba siendo cotejado con otras muertes y asaltos cometidos de la misma forma y por individuos con las mismas características físicas que los asesinos del doctor Rojas.
Vocero
El vocero de la Policía, general Nelson Rosario, informó que se investiga si los asesinos del médico fisiatra son los mismos que hirieron la misma mañana a un mensajero en la avenida José Contreras.
Se sospecha que los asesinos despojaron a la víctima de una pistola que portaba legalmente y que algunas de las evidencias recogidas en el lugar del crimen han arrojado importantes pistas que podrían llevar a la captura de los agresores del doctor Rojas.