San José, Costa Rica.-Con la presentación de las conclusiones por parte del Estado dominicano y los representantes de la familia del desaparecido profesor universitario Narciso González concluyó ayer la audiencia pública de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos. Los representantes del Estado dominicano solicitaron que la Corte Interamericana de Derechos Humanos rechace la demanda por la desaparición forzada de Narciso González, debido a que habría sido presentada fuera de los periodos establecidos y sin que se agotaran los recursos internos. El delegado estatal José Casado indicó que la Corte debía inhibirse de analizar el caso debido al principio jurídico conocido como “ratione temporis”, ya que la aparente desaparición de González sucedió en 1994 y la República Dominicana reconoció la competencia contenciosa del tribunal regional en 1999. Además, alegó la falta de agotamiento de recursos internos. “Treinticinco días después de la desaparición de González los familiares y sus representantes acudieron a la Comisión Interamericana (CIDH) y la Comisión violó sus propios reglamentos porque resulta imposible que se hayan agotado los recursos internos en solo 35 días”, dijo. “Por todo eso el Estado reitera su solicitud de que se rechace la demanda”, puntualizó Casado durante la segunda parte de la audiencia pública que culminó ayer. El martes se inició con testimonios de allegados a González, un juez dominicano que estuvo a cargo del caso y un perito. Las organizaciones que representan a la presunta víctima, Cejil y la Comisión de la Verdad, resaltaron que el Estado había renunciado a la presentación de excepciones, en tanto la CIDH recordó que el Estado no presentó esos alegatos en el proceso ante esa instancia. La CIDH estuvo representada entre otros por su secretaria ejecutiva adjunta Elizabeth Abi-Mershed y la relatora de Libertad de Expresión, Catalina Botero, funcionarios que no suelen presentarse en las audiencias de la Corte. Libertad de expresión Durante el cierre de la sesión el presidente de la Corte, el juez peruano Diego García-Sayán, pidió a la CIDH “una reflexión sobre el tema de la libertad de expresión... conectado al tema de desaparición forzada”, al resaltar que ésta sería la primera vez que el tribunal trataría como “violación continua la afectación de la libertad de expresión”. Casado adelantó que el Estado ampliará el tema en sus alegatos escritos, que deben ser remitidos a la Corte a más tardar el 1 de agosto. Otro tema que causó controversia fue la mención en varias ocasiones por parte de los representantes estatales de la teoría de un suicidio de González. El delegado Frank Soto incluso apuntó a los representantes de la presunta víctima por el aparente “ocultamiento” de datos, en referencia a una supuesta carta de González que hablaba de suicidio. “La familia tenía... (la carta) en su poder y lo ocultaron, no lo dieron a las autoridades para que se investigara esa hipótesis y era una carta que mostraba un grave estado de depresión”, destacó Soto. La agente de Cejil, Ariela Peralta, reaccionó recordando que la Corte rechazó previo a la audiencia la presentación de ese documento, por lo que pidió a los jueces retirar la mención al mismo, a lo que el juez García-Sayán le dio razón en que no se admitió el documento y adelantó que serán los jueces quienes analizarán si admiten la mención a la carta. Solución ante la bancarrota La carta enviada a su hermano Rafael González Laucer, mediante la cual el Estado ha empezado a contemplar la posibilidad del suicidio, tiene una parte en la que González plantea las que él entiende son sus posibles soluciones ante su situación económica: “Tres ideas han venido ocupando mi cabeza en los últimos días. El Suicidio Moral: esto significa meterse a trabajar con esos grupos que están recibido financiamiento, precisamente para que no tengan calidad moral para denunciar la opresión y la corrupción. Escoger ese camino sería como hacerle caso a mi hermana Francia cuando dice “ya esos tiempos de ser serios se acabaron”. “El suicidio físico: puede que sea por mi enfermedad cerebral, pero la verdad es que he contemplado este camino. Creo que Julia ha sido el mayor freno para que no haya llegado a ese punto”. “Vivir los últimos años de mi vida en la mayor soledad y en una oficina-taller; alejado de todo tipo de juegos. Para eso necesitaría estar libre de deudas y eso es lo que motiva esta proposición”.