02/Febrero/2012 Puerto Príncipe, (EFE).- La Oficina
de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por su
sigla en inglés) consideró hoy que Haití aún vive una situación de crisis
humanitaria dos años después del terremoto que causó centenares de miles de
muertes y el desplazamiento de 1,5 millones de personas.
OCHA
consideró que se ha comprobado un deterioro en la calidad del agua que reciben
los ocupantes de los campamentos, que coincide con el final de la distribución
gratuita del líquido a través de camiones cisterna.
"Alrededor
de 47 % de las pruebas de agua realizadas en los campamentos son de mala
calidad, en comparación con el 29 % detectado a principios de diciembre
pasado", precisó el organismo al informar, además, que solo el 55 ciento
de los refugiados recibe agua tratada con cloro.
En
ese sentido, aseguró que el Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF, por
su sigla en inglés) de la ONU, dispuso de ocho millones de dólares para
impulsar las "deficientes" actividades humanitarias en Haití.
Sin
embargo, la organización destacó que el Gobierno haitiano inició el proceso de
reubicación de 20.000 de los refugiados que ocupan los jardines de Champ de
Mars, en Puerto Príncipe, a través de un soporte de 20 millones de dólares del
Gobierno canadiense.
La
iniciativa prevé para 2013 la completa rehabilitación del lugar ubicado frente
al Palacio Nacional de Haití, además de que permitirá a muchos refugiados, la
mayoría mujeres, de retornar a sus lugares de origen con un oficio aprendido en
los campamentos, y creará, asimismo, 2.000 puestos de trabajo relacionados con
la construcción.
La
organización también destacó que el Departamento de Defensa de los Estados
Unidos aportó 30 millones de dólares para la construcción de centros de
operaciones de emergencia y nueve almacenes, ocho escuelas y ocho centros
comunitarios, seis clínicas médicas y catorce estaciones de bomberos.
Otro
de los puntos destacables por OCHA en la reconstrucción de Haití fue el
adiestramiento de 50 jóvenes residentes en el campo de refugiados Jean Marie
Vicente, que completaron una formación técnica en el mantenimiento y reparación
de teléfonos celulares financiado por la Misión de Naciones Unidas para la
Estabilización de Haití (Minustah).
"Este
programa apunta a reducir la violencia en los campos de desplazados a través de
la formación profesional de los jóvenes y apoyo a las actividades generadoras
de ingresos", explicó el organismo. EFE