01/Febrero/2012 El
Cairo/ EFE.- Los combates entre
el Ejército del régimen sirio y militares desertores se han reanudado este miércoles en las
afueras de Damasco,
donde al menos 21 personas murieron, según los opositores Comités de
Coordinación Local.
El grupo destacó que entre las víctimas de los enfrentamientos
hay al menos cinco soldados disidentes
del Ejército Libre Sirio (ELS) en
la zona de Wadi Barada,
que está siendo bombardeada de forma intensa.
Las fuerzas
progubernamentales cercan ese barrio, donde hay francotiradores que disparan indiscriminadamente,
denunciaron los Comités, que acusaron a las fuerzas del régimen de destruir
viviendas en las áreas de Kafer al Zait, Ein al Jadra y Deir Muqabe. Mientras,
en Arbín, en la periferia de la capital, los efectivos progubernamentales
disparan con armas automáticas y lanzan cohetes contra casas deshabitadas. Al
menos tres personas murieron en esa zona y en la cercana Muadamieh, según los
Comités, que agregaron que los seguidores del régimen efectúan registros en casas
desde primera hora de la mañana en el área de Dumair,
también en los alrededores de Damasco, donde también ha habido un gran número
de detenciones.
A las víctimas en las afueras de la capital se suman otros trece
muertos por la represión en otros puntos del país como Homs (centro), donde perdieron la vida once
personas; Dara (sur), donde perecieron cuatro; Idleb (norte), con tres muertos, y Qameshli (noreste), donde se registró otro. El
«número dos» del ELS, Malik
Kurdi, ha indicado que al menos 25 soldados y oficiales
han desertado de las filas del Ejército sirio en la provincia de Idleb,
mientras que la ofensiva de las tropas leales al régimen continúa en Idleb,
Homs y los alrededores de Damasco.
Datos
no verificables
Los
Comités han elevado a 7.100
el número de fallecidos en
Siria desde el comienzo del levantamiento popular contra el régimen de Al Assad
a mediados de marzo pasado. De esos muertos, 461 eran menores de edad y 185
mujeres, destaca la organización, que subrayó, además, que 336 personas
perecieron por las torturas
sufridas en centros de detención. El mayor número de
víctimas se ha producido en la provincia de Homs, uno de los principales
bastiones opositores, donde 2.454 personas perecieron, seguidas de Hama
(centro), donde hubo 1.015 fallecidos, e Idleb (norte), escenario de la muerte
de 883 personas.
Según las últimas cifras
de la ONU, de mediados de enero, al menos 5.400 personas han muerto desde el
inicio de las protestas, pero el propio organismo internacional ha decidido
dejar de actualizar la cifra por falta de medios para cuantificar las víctimas.