26/Enero/2012 París, Francia.- La policía francesa ha detenido hoy a Jean-Claude
Mas, fundador de la empresa Poly Implant Prothése (PIP) que fabricó los implantes
mamarios de silicona defectuosos vendidos en medio mundo, según han informado
fuentes de la investigación. Otro ejecutivo de la compañía francesa ha sido
arrestado.
La detención de Mas, en la localidad de Six-Four, en la
región de la Costa Azul francesa, está relacionada con una de las dos
investigaciones judiciales abiertas por el presunto fraude cometido por Poly Implant
Prothése y por las supuestas consecuencias que ha tenido para la salud de las
mujeres la colocación de estas prótesis, elaboradas con silicona de uso industrial
y no médico y con un riesgo de rotura tres veces mayor al considerado habitual.
Se trata de una investigación por presunto homicidio involuntario y lesiones
dirigida por la juez de instrucción de Marsella Annack Le Goff desde el mes
pasado. Previamente el empresario, de 72 años, había sido objeto de otro
procedimiento judicial, cuya fase de instrucción se cerró en octubre de 2011 y
que debería dar lugar a un juicio a finales de este año.
Poly Implant Prothése fue fundada en 1991 en
Seyne-sur-mer. A finales de los noventa, se convirtió en la tercera compañía
del mundo en su sector. Más del 90% de las prótesis mamarias fueron vendidas a
países latinoamericanos y europeos, siendo implantadas a unas 300.000 mujeres
en todo el mundo. No fue hasta marzo de 2010 cuando las autoridades francesas,
alertadas por la Agencia Nacional del Medicamento -que ya tenía datos de
afectadas por rotura de los implantes-, decidieron abrir una investigación
judicial. Francia optó entonces por retirar el producto y alertó al resto de
países donde PIP vendía los implantes. Los investigadores hallaron en los
laboratorios de la firma un gel diferente al que habían declarado usar: un gel
no médico, diez veces más barato que el autorizado. Un producto no apto.
El ahora detenido se pronunció recientemente sobre el escándalo que saltó a la luz en diciembre pasado, reconociendo que había utilizado una silicona inapropiada y rechazando la idea de que esto constituyera un riesgo para la salud de las mujeres. No obstante, poco se sabe del currículum de este hombre. El cirujano Patrick Baraf, que coincidió con él en varios congresos y que siempre se negó a utilizar su material, asegura que era un charcutero que decidió entrar en los años 80 en el negocio de los implantes mamarios. "Cabe preguntarse sobre sus competencias para lanzarse a la fabricación de material médico", explicó a la radio Europe 1. Mas, sin embargo, lo niega a través de su abogado, Yves Habbab, que explica que Mas trabajó como delegado de ventas en los laboratorios Bristol Myers durante 15 años y luego creó dos empresas.
El Gobierno francés ha recomendado que aquellas mujeres
que lleven prótesis PIP -unas 30.000- acudan a sus cirujanos y se las retiren
como medida de precaución. Una decisión sin precedentes que también han tomado
otros países como Holanda, Alemania, Venezuela o Brasil. Otros, como España -donde
hay entre 8.000 y 12.000 mujeres con estas prótesis- solo aconsejan su retirada
si hay rotura. La Fiscalía de Valencia ha abierto diligencias previas para
investigar si lo ocurrido es constitutivo de delito.
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