22/Marzo/2012 Por: MIGUEL MORA/elpaís.com Toulouse.- Mohamed Merah sigue atrincherado en su casa de Toulouse tras
más de 30 horas de cerco policial y de una noche en la que la policía ha
recurrido a una estrategia de desgaste para intentar capturar al yihadista, autor confeso de las muertes de siete
personas en esta ciudad y la
vecina Montauban (suroeste del país), con vida. Según fuentes del Ministerio
del Interior, la estrategia elegida ha sido “la del menor riesgo”. “No queremos
un hombre muerto”, señalaron al diario Le Monde.
La policía no ha tenido contacto con el sospechoso desde el
miércoles por la noche, lo que ha generado dudas sobre si está vivo o no.
"No ha habido movimientos durante la noche. Esperamos que siga vivo",
ha declarado el ministro del Interior, Claude Guéant, en una entrevista
matutina. "Pese a nuestros intentos persistentes para restablecer contacto
a voces o por radio, no ha aparecido", según Guéant. El último contacto
con él fue a las 22.45 del miércoles, cuando en principio había anunciado que
se entregaría, cosa que no hizo. Pero en ese momento, según el ministro,
"entró en otra lógica: ha declarado que quería morir con las armas en las
manos".
El ministro de Exteriores,
Alain Juppé, ha asegurado esta mañana que el pequeño número de yihadistas
franceses "está controlado" y que, de hecho, el sospechoso
"había sido interrogado recientemente por las fuerzas de
seguridad".
Tres violentas explosiones han sacudido durante la noche del
miércoles al jueves el edificio de Toulouse donde se encuentra atrincherado.
Una estrategia para derrumbar psicológicamente al asesino. El edificio donde reside
Merah fue sitiado por la RAID, una unidad de élite de las fuerzas de seguridad
francesas, en la madrugada del miércoles. Poco después de oírse las
explosiones, fuentes del Ministerio del Interior han asegurado que las bombas
tenían como objetivo "intimidar" al joven. La primera de ellas
reventó la puerta de acceso a la vivienda, según la agencia France Presse.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró que el
francés de origen argelino Mohamed Merah, de 24 años, "se disponía a
matar" en la mañana del miércoles. La Fiscalía ha asegurado que los
objetivos eran un militar y dos policías. El presidente, durante el funeral en
el cuartel de Montauban por los tres soldados asesinados los días 11 y 15, ha
afirmado: "Esta no es la muerte para la que [los militares muertos]
estaban preparados, no es una muerte en el campo de batalla, es una ejecución
terrorista".
La policía detuvo a varios miembros de la familia del
sospechoso, incluidos sus dos hermanos. En el coche de uno de ellos, se ha
descubierto material explosivo.
El fiscal Molins aseguró el miércoles en París que, después
de investigar siete millones de
datos telefónicos, 700 conexiones de Internet y
las respuestas al anuncio de venta de una moto, identificaron el barrio donde
se encontraba el sospechoso. La alarma saltó al detectarse el nombre de una
mujer, madre de dos sospechosos conocidos por los servicios de seguridad,
Adbelkader Merah, quien ha introducido yihadistas en Irak y su hermano Mohamed,
condenado en 15 ocasiones por el tribunal de menores de Toulouse y a quien los
servicios antiterroristas franceses asignan un "perfil de
autorradicalización salafista atípico". Al menos en dos ocasiones viajó a
Afganistán. La segunda vez tuvo que regresar enfermo.
Desde el martes, al día siguiente del asesinato de tres
niños y un profesor en una escuela judía de Toulouse, todas las pistas
conducían ya directamente a Mohamed. La policía identificó al joven franco-argelino
a través de la dirección IP del ordenador (un número de identificación
específico de cada computadora) de su hermano. Con ese ordenador contactó, para
la compra de una moto, con el primero de los militares asesinados.
Entre los elementos clave de la investigación, el diario francés Le Figarodestaca la scooter utilizada en las agresiones. Los
investigadores lograron localizar un concesionario Yamaha en el que el
sospechoso había preguntado a un empleado cómo desconectar el dispositivo
electrónico instalado para localizar el vehículo en caso de robo.