Ese hombre grandote, identificado en varias entrevistas
televisivas como el “hispano” David González, tiene sus raíces en Aguadilla,
Puerto Rico, donde ya podría ser nombrado hijo distinguido tras haber salvado
cerca de 150 personas al poner bajo control al piloto del vuelo 191 de JetBlue,
Clayton Osbon, quien el pasado martes perdió la cabeza mientras viajaban de
Nueva York hacia Las Vegas.
Si no hubiese sido por la rápida intervención de González,
tal vez las consecuencias hubiesen sido mucho más serias y la historia no
hubiese tenido un final feliz.
“En ese momento, la sangre latina se me activó por todo el
cuerpo y si hubiese habido más latinos en el avión lo hubiésemos puesto bajo
control mucho más rápido”, dijo en entrevista telefónica González, minutos
antes de que despegara el avión que lo traería de regreso de Las Vegas a Nueva
York, donde reside.
El exoficial correccional, padre de cinco y casado con
Rosalía González, contó que cuando hoy entró al avión, “el capitán y la
tripulación me saludaron y me llamaron ‘american Hero', pero yo les dije: ‘Yo
lo hice una vez… ¡y estoy preparado para hacerlo de nuevo!