"En mi vida lo vuelvo a hacer", dijo a la AP
María Sobeida Guzmán, de 28 años, y la única mujer rescatada con vida del
naufragio ocurrido la madrugada del sábado, al referirse a la travesía para
ingresar como ilegal al territorio estadounidense.
Guzmán, madre de tres hijos, aseguró que pagó 40.000 pesos (1.030 dólares) para el viaje en la pequeña embarcación a fin de llegar a Puerto Rico, donde una prima le prometió trabajo como manicurista.
"¡Qué una va a hacer, uno lo que quiere es mejorar!", insistió Guzmán recostada en la cama del hospital público de Sabana de la Mar, donde es atendida por quemaduras de tercer grado en el pecho y la espalda.
Guzmán, originaria de la sureña ciudad de San Pedro de Macorís, viajaba con dos amigas que murieron ahogadas.
"Yo nadé todo lo que pude, cuando salió el sol pensé que nos rescatarían y no recuerdo más. Pero cuando me trajeron al hospital me dijeron que era la una de la tarde", recuerda Guzmán.
La lancha de unos 38 metros de eslora naufragó frente a la costa de Sabana de la Mar, 150 kilómetros al norte de Santo Domingo, sólo unas cuatro horas después de zarpar a la medianoche del viernes de la desembocadura del río Yuna, explicó a la AP el fiscal Fremy Reyes, quien ha interrogado a los sobrevivientes.
El médico Frank Tavárez, director de Sabana de la Mar, precisó que hasta el mediodía del domingo había recibido los cadáveres de 11 hombres y cuatro mujeres, así como a 10 sobrevivientes con quemaduras y deshidratación.
"Yo busque a la embarazada, pero entro toda la gente no la encontré", narró Luis Cortorreal, un pintor de 31 años y padre de tres hijos, quien nadó unas 6 horas hasta llegar a la playa.
Cortorreal, que intentaba viajar como ilegal a Puerto Rico por tercera ocasión, asegura que en la lancha viajaban unas 10 mujeres, entre las cuales había una mujer encinta que no sobrevivió.
"La cosa aquí está muy mal, uno trabaja y trabaja y nunca tiene nada", explicó Arismendy Manzueta, de 28 años, quien asegura que su cosecha de 110 hectáreas de arroz en el norteño pueblo de La Jagua no le dejó el año pasado ingresos suficientes para mantener a su esposa, a sus dos hijos y a su madre.
Manzueta no le informó a su esposa que viajaría con dos amigos a Puerto Rico para que su hermano le ayudara a conseguir trabajo. Uno de sus acompañantes no sobrevivió al naufragio.
"Si por mi fuera, él no se hubiera montado en la yola (lancha), aquí la cosa está mal, pero la gente que viene de Puerto Rico dice que allá tampoco hay trabajo", comentó Yenny Amparo, esposa de Manzueta.
Mientras Amparo cuida a su esposo en el hospital de Sabana de la Mar, donde es atendido por quemaduras de tercer grado en el torso y piernas, otros como Anneurys Concepción, permanece afuera de la morgue con la foto de su hermano, Gabriel, que no está ni entre los sobrevivientes, n entre las víctimas mortales.
Pablo Polanco, director de la Defensa Civil en la zona, dijo que varias embarcaciones y helicópteros de la Marina, apoyados por el servicio de Guardacostas de Estados Unidas mantienen la búsqueda de más sobrevivientes.
Miles de dominicanos arriesgan sus vidas cada año al viajar en lanchas de madera a Puerto Rico en busca de una mejor vida.
Número de muertos sube a 18; sigue hoy búsqueda desaparecidos
LA REDACCIÓN.- Los cadáveres de siete personas recuperados ayer elevaron a 18 los muertos del naufragio de una embarcación la madrugada del sábado en la Bahía de Samaná.
Las labores de rescate fueron suspendidas anoche y continuarán este lunes con un guardacostas, dos lanchas rápidas y dos de rescate, además de las seis yolas de pescadores.
Los muertos confirmados hasta anoche son seis mujeres y 12 hombres.
Guzmán, madre de tres hijos, aseguró que pagó 40.000 pesos (1.030 dólares) para el viaje en la pequeña embarcación a fin de llegar a Puerto Rico, donde una prima le prometió trabajo como manicurista.
"¡Qué una va a hacer, uno lo que quiere es mejorar!", insistió Guzmán recostada en la cama del hospital público de Sabana de la Mar, donde es atendida por quemaduras de tercer grado en el pecho y la espalda.
Guzmán, originaria de la sureña ciudad de San Pedro de Macorís, viajaba con dos amigas que murieron ahogadas.
"Yo nadé todo lo que pude, cuando salió el sol pensé que nos rescatarían y no recuerdo más. Pero cuando me trajeron al hospital me dijeron que era la una de la tarde", recuerda Guzmán.
La lancha de unos 38 metros de eslora naufragó frente a la costa de Sabana de la Mar, 150 kilómetros al norte de Santo Domingo, sólo unas cuatro horas después de zarpar a la medianoche del viernes de la desembocadura del río Yuna, explicó a la AP el fiscal Fremy Reyes, quien ha interrogado a los sobrevivientes.
El médico Frank Tavárez, director de Sabana de la Mar, precisó que hasta el mediodía del domingo había recibido los cadáveres de 11 hombres y cuatro mujeres, así como a 10 sobrevivientes con quemaduras y deshidratación.
"Yo busque a la embarazada, pero entro toda la gente no la encontré", narró Luis Cortorreal, un pintor de 31 años y padre de tres hijos, quien nadó unas 6 horas hasta llegar a la playa.
Cortorreal, que intentaba viajar como ilegal a Puerto Rico por tercera ocasión, asegura que en la lancha viajaban unas 10 mujeres, entre las cuales había una mujer encinta que no sobrevivió.
"La cosa aquí está muy mal, uno trabaja y trabaja y nunca tiene nada", explicó Arismendy Manzueta, de 28 años, quien asegura que su cosecha de 110 hectáreas de arroz en el norteño pueblo de La Jagua no le dejó el año pasado ingresos suficientes para mantener a su esposa, a sus dos hijos y a su madre.
Manzueta no le informó a su esposa que viajaría con dos amigos a Puerto Rico para que su hermano le ayudara a conseguir trabajo. Uno de sus acompañantes no sobrevivió al naufragio.
"Si por mi fuera, él no se hubiera montado en la yola (lancha), aquí la cosa está mal, pero la gente que viene de Puerto Rico dice que allá tampoco hay trabajo", comentó Yenny Amparo, esposa de Manzueta.
Mientras Amparo cuida a su esposo en el hospital de Sabana de la Mar, donde es atendido por quemaduras de tercer grado en el torso y piernas, otros como Anneurys Concepción, permanece afuera de la morgue con la foto de su hermano, Gabriel, que no está ni entre los sobrevivientes, n entre las víctimas mortales.
Pablo Polanco, director de la Defensa Civil en la zona, dijo que varias embarcaciones y helicópteros de la Marina, apoyados por el servicio de Guardacostas de Estados Unidas mantienen la búsqueda de más sobrevivientes.
Miles de dominicanos arriesgan sus vidas cada año al viajar en lanchas de madera a Puerto Rico en busca de una mejor vida.
Número de muertos sube a 18; sigue hoy búsqueda desaparecidos
LA REDACCIÓN.- Los cadáveres de siete personas recuperados ayer elevaron a 18 los muertos del naufragio de una embarcación la madrugada del sábado en la Bahía de Samaná.
Las labores de rescate fueron suspendidas anoche y continuarán este lunes con un guardacostas, dos lanchas rápidas y dos de rescate, además de las seis yolas de pescadores.
Los muertos confirmados hasta anoche son seis mujeres y 12 hombres.