27/Enero/2012 Brasil.-
Porto Alegre • La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, pidió hoy
en el Foro Social una renovación de las ideas "ante los días
difíciles" que vive la humanidad y llamó a la próxima cumbre de la ONU
Rio+20 en Brasil a poner en el centro del debate "un nuevo modelo de desarrollo".
"La tarea que nos impone este Foro, como la Rio+20, es desencadenar
un movimiento de renovación de ideas y nuevos procesos, absolutamente
necesarios para enfrentar los días difíciles que hoy vive una amplia parte de
la humanidad", dijo en un evento ante unos cuatro mil activistas en Porto
Alegre (sur de Brasil).
"Lo que estará en debate en la Rio+20 es un modelo de desarrollo
que articule crecimiento y generación de empleo, combate a la pobreza y
reducción de las desigualdades, uso sustentable y preservación de los
recursos naturales", afirmó Rousseff, que en junio presidirá la cumbre de
Desarrollo Sustentable de la ONU que impulsará una economía verde y social.
La mandataria destacó los efectos negativos de la crisis que afecta a
los países desarrollados: concentración de renta, aumento de la desigualdad,
explosión del desempleo y expansión de la pobreza. Criticó además las
"nefastas" consecuencias sociales de las medidas fiscales aplicadas
en algunos países desarrollados.
"El desempleo y la desigualdad social son particularmente crueles
cuando se trata de naciones ricas, que conquistaron derechos, y alcanzan
prioritariamente a los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes", dijo, al
tiempo que defendió la opción de algunos países sudamericanos por modelos
"progresistas" de reducción de la pobreza.
"La disonancia entre la voz de los mercados y la voz de las calles
parece aumentar cada vez más en los países desarrollados, poniendo en riesgo no
solo conquistas sociales, sino la propia democracia", el mayor evento de
los movimientos sociales del planeta, sentenció, al tiempo que llamó a los
movimientos sociales a tener una amplia participación en esa cumbre.
Rousseff decidió este año participar del Foro Social, tres días antes de
un viaje a Cuba y a Haití, pero declinó ir al Foro Económico Mundial que reúne
estos mismos días a líderes empresariales y gobernantes en Davos (Suiza).
El principal objetivo de esta edición del Foro Social es debatir los
reclamos de la sociedad civil para la cumbre Rio+20 y su tema principal es la
"crisis capitalista, justicia social y ambiental".
Lejos de aglutinar las multitudes que convocó su antecesor Luiz Inacio
Lula da Silva y ante un Foro Social disminuido, ya que no se trata de una
edición mundial, Rousseff habló en un gimnasio lleno hasta la mitad, con unas
cuatro mil personas.
"Señora hermana presidenta Dilma. Tenemos que cambiar el
modelo consumista, porque el planeta tiene límites y el capitalismo los pasó
todos", dijo en el evento público, a nombre de los activistas, Pablo
Solon, ex embajador de Bolivia en la ONU.
"No es posible que debatan sustentabilidad en la ONU si no
discutimos trabajo decente y empleos, porque son muchos los trabajadores
desempleados en el mundo", dijo Carmen Foro, una pequeña agricultora y
activista amazónica que advirtió que los movimientos sociales se movilizarán en
la Rio+20 para exigir soluciones a los gobernantes.
En el evento la presidenta fue aplaudida y también recibió reclamos.
"Veta Ya el código forestal", le pidió un grupo de activistas de
izquierda contrarios a la ley de bosques que está en votación en el Congreso y
que puede aumentar la deforestación.
Pero una buena parte vino a conocer a la ex guerrillera de 64 años que
enfrentó la dictadura y pagó con cárcel y tortura, que militó en partidos de
izquierda y se convirtió en la primera presidenta de Brasil. "No me podía
perder a Dilma, para aplaudirla por su lucha, por sus compromisos", dijo
la estudiante Julia Gitirana.
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