17/Enero/2012 Nueva York- La devoción por la Virgen de la Altagracia, protectora espiritual del pueblo dominicano, es una tradición religiosa que Dinorah Rosario pasó a su hija María y ésta a su hijo Julián, de 10 años, y es tan firme que en cada cuarto de la casa hay un cuadro de esta santa y la familia la llama "la madre de nuestro hogar".
Dinorah Rosario dijo que la devoción por la Virgen de la Altagracia comenzó cuando ella era niña, en su natal Bonao, en República Dominicana. "Yo me crie a una esquina de la iglesia de San Antonio, en Bonao, y vengo de una familia muy religiosa", dijo Rosario.
Dinorah Rosario dijo que la devoción por la Virgen de la Altagracia comenzó cuando ella era niña, en su natal Bonao, en República Dominicana. "Yo me crie a una esquina de la iglesia de San Antonio, en Bonao, y vengo de una familia muy religiosa", dijo Rosario.
"En casa, mis padres siempre tuvieron un altar presidido por la Virgen de la Altagracia, a la cual le encendíamos velas, rezábamos y en honor a ella realizábamos horas santas, y a mi hija la inscribí en un colegio católico y la llevaba a la iglesia para que continuara la tradición de venerar a la Virgen", señaló. María Rosario, la hija de Dinorah, dijo que aunque llegó pequeña a Nueva York, en 1972, conservó la tradición de venerar a la Virgen de la Altagracia a través de su madre y su familia, y esa misma tradición se la pasó a su hijo Julián Tiburcio.
"La Virgen de la Altagracia es muy milagrosa y por eso inscribí a mi hijo en una escuela católica para que le enseñaran religión como hicieron mis padres conmigo, y para que conociera de Dios y de la Virgen de la Altagracia", dijo María.
El pequeño Julián, que cursa el quinto grado, dijo que se siente bien venerando a la Virgen de la Altagracia y "cuando sea grande quiero que mis hijos continúen la tradición". Abuela, hija y nieto formaban parte de los cientos de dominicanos que acudieron a la catedral de San Patricio a la misa oficiada con motivo del Día de la Virgen de la Altagracia, que se celebra los 21 de enero, uno de los actos religiosos organizados por el Comité Arquidiocesano.
Diómedes Espinal de León, obispo de la Diócesis de Mao-Montecristi en la República Dominicana, quien vino de la isla a oficiar la misa, dijo durante la homilía que la Virgen de la Altagracia es la protectora del pueblo dominicano, "y protege a los dominicanos en cualquier lugar del mundo en que se encuentren". "Hoy (domingo) se celebra la jornada mundial de oración por los inmigrantes y le estamos pidiendo a la Virgen que interceda ante el Padre Celestial por todos ustedes", dijo el obispo.
Alejandrina Eusebio, del Comité Arquidiocesano de la Virgen de la Altagracia, dijo que desde muy niña siente devoción por la Virgen, y dondequiera que va la lleva consigo y le pide que la cubra con su manto. "Nosotros le poníamos flores en su altar y le cantábamos, y en su día, viajábamos desde la capital a Higüey, a la basílica de Nuestra Señora de la Altagracia, a participar en la celebración", dijo Eusebio. "Yo tengo seis hijos y 10 nietos, y a todos les transmití esa devoción por la Virgen", señaló. Sorimil Barea, de 15 años, dijo que su madre la crio llevándola a la iglesia, y ella pertenecía a un grupo de teatro y en una obra le tocó representar a la Virgen.
"Cuando me siento triste, le rezo a la Virgen y ella siempre está ahí", dijo Barea. Durante la misa, los feligreses dominicanos levantaron carteles con la imagen de la Virgen de la Altagracia y ondearon banderas quisqueyanas.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario