José Reyes se dejó seducir por el cariño de los Marlins de Miami. Y, por supuesto, el dinero. Cuando abrió el mercado de agentes libres el mes pasado, los Marlins quisieron reunirse de inmediato con el estelar torpedero dominicano.
Así que el dueño del equipo, Jeffrey Loria, y su mano derecha Larry Beinfest coordinaron una reunión con Reyes y su representante en un bar en el famoso hotel The Carlyle de Nueva York. El resultado fue un contrato de seis años y US$106 millones. Ayer fue presentado a la prensa con el número siete.
DALLAS.AP. José Reyes se dejó seducir por el cariño de los Marlins de Miami. Y, por supuesto, el dinero.
DALLAS.AP. José Reyes se dejó seducir por el cariño de los Marlins de Miami. Y, por supuesto, el dinero.
Cuando abrió el mercado de agentes libres el mes pasado, los Marlins quisieron reunirse de inmediato con el estelar torpedero dominicano.
Así que el dueño del equipo, Jeffrey Loria, y su mano derecha Larry Beinfest coordinaron una reunión con Reyes y sus representantes en un bar en el famoso hotel The Carlyle de Nueva York.
“A las 12:01 (de la madrugada). Esos tipos están locos”, recordó Reyes, cuando se completó su fichaje por seis años y 106 millones de dólares. “Me demostraron mucho cariño”.
Reyes se fue del equipo que lo contrató cuando tenía 16 años y aceptó una oferta que le paga 10 millones de dólares en cada una de las dos próximas campañas, 16 millones en 2014 y 22 millones en cada uno de los tres últimos años.
Miami tiene una opción por 22 millones para 2018, con una cláusula de rescisión por cuatro millones, que elevaría el total del acuerdo a 124 millones.
Reyes dijo que los Mets nunca le hicieron una oferta real y entendió que nunca lo quisieron de vuelta.
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