Nagua
La tragedia de la yola que zozobró en Nagua el pasado domingo podría ser de dimensiones menores a las esperadas, si se da por cierta la versión de familiares de algunos náufragos que ayer aseguraron que sus parientes fueron rescatados en alta mar por otra yola que también transportaba pasajeros ilegales.
Diómedes González, María Ángeles Villa (Yiguin) y Agripina Vásquez González, en su calidad de tíos y madre de varios de los desaparecidos, incluyendo a Vladimir Alvarado Villa, Miledys García, Nino García y Franklin Vásquez, del sector de San José de Villa, aseguraron que un grupo de 18, de los 30 desparecidos, fueron rescatados del mar.
González, Villa y Vásquez González aseguran que los viajeros llamaron desde Puerto Rico a la 1:00 de la tarde de ayer a sus familiares, a quienes manifestaron que cuando la yola zozobró se estaban ahogando, pero otra yola, que salió esa misma madrugada del domingo, los rescató y llevó la noche del pasado lunes a Puerto Rico, donde todos llegaron vivos, aunque deshidratados.
Si se da como cierta esta versión, los desaparecidos pasarían de 30 años cifra que habían calculado las autoridades a una docena. La yola habría zarpado con 95 viajeros ilegales. Tres cadáveres fueron recuperados del mar el pasado domingo.
La noticia del supuesto rescate, que no ha sido confirmada por las autoridades, trajo alegría a los familiares que daban por muertos a los náufragos.
La yola que rescató a los náufragos habría salido con 45 viajeros del mismo lugar y al mismo tiempo que la que zozobró.
De ahí que estuviera próxima cuando ocurrió la tragedia. De acuerdo a los testimonios contados por los familiares de los viajeros, esta embarcación “encalló” a la espera de que anocheciera y luego llegó a Puerto Rico.
LOS TRES MUERTOS EN EL NAUFRAGIO DEL DOMINGO
ERA EL QUINTO INTENTO DE UNO DE ELLOS
Los muertos son Edwin Frannier de la Cruz, de 27 años, residente en el kilómetro 1 del sector Restauración de San Pedro de Macorís; el locutor de IBI Radio, José Augusto Polanco, de 35 años, residente en san Francisco de Macorís, y el maestro constructor Pedro Ramírez Sánchez, de 30 años, residente en el sector de Río Mar, Nagua, quien dejó huérfanos a dos menores.
Éste vivía en una casa de madera y zinc, en muy mal estado, cerca del río Nagua.
Este viaje era su quinto intento. Los cadáveres fueron sepultados en la tarde de ayer en San Pedro de Macorís, San Francisco de Macorís y Nagua.
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