Ninguna autoridad se preocupa por defender los derechos ciudadanos
Las zonas más exclusivas de Santo Domingo sufren en carne viva las prácticas abusivas de los constructores de edificios para negocios o residencias que ocupan las aceras y gran parte de las vías para vehículos en franca violación a las leyes, cuya aplicación serviría de protección a los transeúntes.
Mientras más grandes son las obras, mayor es el perjuicio que recibe la ciudadanía y mayor es la desidia de las autoridades que deberían actuar enérgicamente contra tales invasiones y desparrames de equipos y materiales que crean además situaciones de alto peligro.
Los espacios públicos, como aceras, calles y áreas verdes del polígono central del Distrito Nacional son gravemente afectados por las grandes construcciones que se levantan en la zona, ya que quienes están a cargo de éstas las utilizan para preparar materiales, echar escombros o para cubrir las obras.
En esta zona se observan solares baldíos, se utilizan las aceras como estacionamiento y las plantas de emergencia expiden el humo hacia estos espacios, lo que hace difícil caminar y recrearse en los sectores como Naco, Piantini, Serrallés y otros.
Por ejemplo, en la calle Padre Fantino Falco con Sócrates Nolasco, en el ensanche Naco, hay un solar convertido en vertedero de basura y escombros, además con árboles creciendo sin ningún control.
Este lugar, próximo a la clínica Corazones Unidos, es un escondite perfecto para atracadores y asaltantes, debido a la maleza y el abandono.
A pocos metros de este lugar, en la Sócrates Nolasco, entre la Fantino Falco y la Gustavo Mejía Ricart, se construye una torre donde los materiales que utilizan se preparan en la acera y parte de la calle.
En la Gustavo Mejía Ricart las aceras son utilizadas como estacionamiento por establecimientos comerciales, apartamentos y oficinas, por lo que si se camina por la zona hay que bajar a la vía y correr el peligro de ser arrollado por un vehículo.
La calle Naco II, detrás de Plaza Naco, con menos de 500 metros de longitud, prácticamente no cuenta con la acera Oeste, pues esta ha sido ocupada por los dueños de negocios, quienes tienen sus plantas eléctricas de emergencia sobre este espacio, además de los escombros y la basura que depositan en ese lugar.
También hay escombros en la calle Gracita Álvarez Tejada, próximo al Club Naco, y el cableado telefónico y del tendido eléctrico también son un peligro para el ciudadano.
La situación es similar en los ensanches Serrallés y Piantini, donde en la calle Filomena Gómez, en el primero, abundan las plantas eléctricas con los mofles hacia las aceras.
De manera contradictoria el Parque Bosque de la Vida, en ese lugar, no dispone de acera para el paseo peatonal, por lo que a los ciudadanos se les viola ese derecho elemental de todas las ciudades, más si se trata de un parque.
Sin control
En la José Amado Soler, en Piantini, dos construcciones hacen la vida imposible al peatón, ya que ocupan ambas aceras, además de la contaminación que provocan a quienes habitan en sus alrededores. Igual ocurre en la calle David Ben Gurión con E2-A la construcción de una torre, donde se bloquea por completo las aceras y transitar en vehículos por el área es exponerse a ser víctima de un accidente.
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