Muchos madrugaron hoy con un fuerte jamaqueo de la tierra a eso de las 2:06 a.m., seguido rápidamente a las 2:09 a.m. por un segundo temblor, que duró más y fue hasta aun más fuerte.
Los temblores que estremecieron el país de 5.1 y 5.3, respectivamente, en la escala Richter tuvieron el epicentro en el canal de la Mona, en el oeste de la Isla.
Un tercer temblor de 3.0 grados, una réplica, sacudió la Isla a eso de las 2:14 a.m. La gran mayoría de usuarios, sin embargo, sólo sintieron los primeros dos.
Residentes de pueblos del oeste como Mayagüez, Cabo Rojo, Añasco, Rincón, entre otros municipios reportaron por redes sociales sentir el movimiento y “un rugido bien fuerte de la tierra”, como lo describe una usuaria en la página de El Nuevo Día en Facebook.
En San Sebastián, residente salieron de sus casas con sus pijamas y frisas en mano.
En la urbanización de San José Pegado de Mayagüez reportan que residentes salieron de sus casas y algunos se fueron en sus carros.
“Desde Moca se estremeció mi casa completa”, narra una residente del municipio.
En Las Marías algunos residentes perdieron servicio de luz.
Un residente de Añasco critica la falta de preparación en las comunidades para difundir información sobre lo que estaba ocurriendo. “Definitivamente, gente, no estamos preparados como pensamos y los medios televisivos no difunden mensajes aunque sea para tranquilizarnos, sólo en radio pudimos saber y desde luego por internet”.
En el sur, residentes de Ponce y otros municipios sintieron los primero dos temblores fuertemente.
En Guánica, un usuario describe que estaba durmiendo y despertó con el rugir de la tierra. “Por poco me muero del susto, se escuchó bien feo, los perros salieron chillando, los vecinos salieron afuera y prendieron los carros, los aceleraron y hasta tocaron bocina”. En el municipio “no hay alarma para ninguna de esas cosas no entiendo por que... ni siquiera para el simulacro pasado yo supe q lo estaban haciendo... ¡pues tengo a mis vecinos que se levantan y hacen esas cosas para avisar!”
Por el área metropolitana y el centro de la Isla algunos usuarios lamentan no haber sentido nada, mientras otros por el susto se vistieron y estaban listos para salir de la casa. Los sismos fueron lo suficientemente fuertes como para tumbar cosas de los anaqueles y gabinetes en algunas residencias.
Vecinos de Guaynabo y San Juan alarmados fueron despertados en particular por el segundo evento sísmico, en algunos casos por las vibraciones de las puertas y las ventanas.
“En Caguas se sitió bien fuerte, todavía mi hermana llorando”, lamentó una usuaria por redes sociales.
Aunque el susto ha causado que muchos de los usuarios se acojan de la religión y de Dios.
Otros han mantenido un cierto sentido del humor. “¡A las 2:31 a.m. tremenda parranda en Bayamón!”, relata otra usuaria.
Las mascotas también se asustaron, muchos perros comenzaron a ladrar y otros animales se pusieron en alerta luego del evento.
Por la red social Twitter, muchos de los seguidores de El Nuevo Día se preguntaban por reportes de otros temblores menores que salieron a la vez que los de los temblores más grandes. Según la Red Sísmica de Puerto Rico, hubo una réplica de 3.0 en la escala Richter que se sintió mayormente en el oeste.
En lo que casi todos los usuarios estaban de acuerdo era que pocos iban a poder reconciliar el sueño, muchos recordando el fuerte temblor de Nochebuena del año pasado mientras que algunos recordaban al terremoto de Haití del 2010.
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