Ocho souvenirs rellenos de cocaína que serían enviados a España fueron decomisados por miembros de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en el Instituto Postal Dominicano (INPOSDOM).
De acuerdo a la DNCD, la droga la envió Miguel Sánchez a Aurora Sánchez Pérez, quien reside en la Plaza Alderuela número 2, en Madrid-Fuenlabrada. Sánchez reside en la calle Paraíso 64 de la Urbanización Máximo Gómez, en Santo Domingo Norte.
El decomiso se produjo en el INPOSDOM antes de preparar la valija que se despacharía al aeropuerto de Las Américas (AILA) para realizar en embarque.
“Era una funda conteniendo cinco souvenirs típicos y tres sillas, todos rellenos de un polvo blanco con las mismas característica de la cocaína”, dice una nota de la agencia antidrogas.
Miembros del Centro de Información y Coordinación Conjunta (CICC) investigan para determinar si se trata de una red que utiliza ese método para enviar cocaína y heroína a España.
Operativo
En otro orden, la DNCD d informó que arrestó más de cien personas con diversas cantidades de cocaína, crack y marihuana, dinero en efectivo, motocicletas y celulares que utilizaban en sus actividades ilícitas.
A los imputados les ocuparon unas 800 porciones de cocaína, 600 de crack y 350 de marihuana.
Las detenciones se realizaron con la presencia de fiscales adjuntos en el Distrito Nacional, San Cristóbal, Monte Plata, La Romana, Higüey, El Seibo, San Pedro de Macorís, Bonao y Barahona, entre otras localidades.
Las sustancias fueron enviadas al Instituto Nacional de Ciencias Forenses, en cumplimiento de la Ley 50-88.
Los detenidos son investigados para su posterior sometimiento a la justicia vía el Ministerio Público, para que les impongan las medidas de coerción correspondientes.
Además, investigadores de la DNCD están tras las pistas de otras personas que han sido mencionadas por los detenidos como sus supuestos cómplices en la práctica del microtráfico.
El organismo antidrogas precisa que en cada caso, previamente se realizaron investigaciones y vigilancia que permitieron confirmar colaboraciones de ciudadanos que dijeron estar en zozobra debido a la práctica del microtráfico en sus vecindarios.
De acuerdo a la DNCD, la droga la envió Miguel Sánchez a Aurora Sánchez Pérez, quien reside en la Plaza Alderuela número 2, en Madrid-Fuenlabrada. Sánchez reside en la calle Paraíso 64 de la Urbanización Máximo Gómez, en Santo Domingo Norte.
El decomiso se produjo en el INPOSDOM antes de preparar la valija que se despacharía al aeropuerto de Las Américas (AILA) para realizar en embarque.
“Era una funda conteniendo cinco souvenirs típicos y tres sillas, todos rellenos de un polvo blanco con las mismas característica de la cocaína”, dice una nota de la agencia antidrogas.
Miembros del Centro de Información y Coordinación Conjunta (CICC) investigan para determinar si se trata de una red que utiliza ese método para enviar cocaína y heroína a España.
Operativo
En otro orden, la DNCD d informó que arrestó más de cien personas con diversas cantidades de cocaína, crack y marihuana, dinero en efectivo, motocicletas y celulares que utilizaban en sus actividades ilícitas.
A los imputados les ocuparon unas 800 porciones de cocaína, 600 de crack y 350 de marihuana.
Las detenciones se realizaron con la presencia de fiscales adjuntos en el Distrito Nacional, San Cristóbal, Monte Plata, La Romana, Higüey, El Seibo, San Pedro de Macorís, Bonao y Barahona, entre otras localidades.
Las sustancias fueron enviadas al Instituto Nacional de Ciencias Forenses, en cumplimiento de la Ley 50-88.
Los detenidos son investigados para su posterior sometimiento a la justicia vía el Ministerio Público, para que les impongan las medidas de coerción correspondientes.
Además, investigadores de la DNCD están tras las pistas de otras personas que han sido mencionadas por los detenidos como sus supuestos cómplices en la práctica del microtráfico.
El organismo antidrogas precisa que en cada caso, previamente se realizaron investigaciones y vigilancia que permitieron confirmar colaboraciones de ciudadanos que dijeron estar en zozobra debido a la práctica del microtráfico en sus vecindarios.
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