ALFONSO CHARDY, JUAN TAMAYO Y JAY WEAVER
Adnan El Shukrijumah salió de su hogar en Miramar en el 2001 para viajar a la isla Trinidad y adquirir gafas de sol y ropa para niños para luego revenderlas en pulgueros del sur de la Florida.
Diez años después, se desconoce aún el paradero de Shukrijumah al que se le considera prófugo de la justicia, buscado en todo el planeta por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) como posible importante operativo de Al Qaida y su presunto contacto en el sur de la Florida con algunos de los principales terroristas involucrados en los ataques del 11 de septiembre del 2001.
El año pasado fue acusado formalmente por el gobierno federal de organizar un fallido complot para atacar al sistema del tren subterráneo en Nueva York y se ofrece una recompensa de $5 millones por su captura en la conspiración del 2009.
“Aún lo estamos buscando”, afirmó el agente especial del FBI en el sur de la Florida Michael Leverock. Funcionarios estadounidenses han advertido de que Shukrijumah, de 36 años, es sumamente peligroso, particularmente para Estados Unidos.
“Ellos son nosotros mismos. Nos conocen íntimamente”, dijo Michael Scheuer, antiguo analista principal de la unidad de la CIA creada después del 11 de septiembre para buscar al fundador de al Qaeda Osama Bin Laden, quien fue muerto por fuerzas estadounidenses el 2 de mayo en su escondite en Pakistán.
Se presume que Shukrijumah es ahora un miembro prominente y hasta quizá jefe del subcomité de operaciones extranjeras de al Qaeda, que toma decisiones sobre planes y reclutamiento, dijo Rohan Gunaratna, experto en terrorismo y autor del libro Inside Al Qaeda: Global Network of Terror ( Dentro de Al Qaida: Red Global de Terror).
“Ha sido promovido porque es muy inteligente y porque conoce al objetivo principal, los Estados Unidos”, dijo.
Shukrijumah nació el 4 de agosto de 1975 en Arabia Saudita. Como hijo de extranjeros, no obtuvo ciudadanía saudita pero si la de Guyana, país del norte de Sudamérica, donde había nacido su padre. Tres hijos más de la familia Shukrijumah también nacieron en Arabia Saudita.
Shukrijumah habla más inglés que árabe, aparentemente por el tiempo que paso viviendo en Trinidad, dijo Sofian Abdelaziz Zakkout, un trabajador social en Miami y presidente de la Asociación Americana Musulmana de Norte America que lo conoció brevemente en el 2000.
Shukrijumah tenia 20 años cuando la familia llegó a Miramar, y se inscribió como alumno en lo que entonces se conocía como Broward Community College.
Funcionarios del colegio dijeron que Shukrijumah se inscribió bajo el nombre Jumah A. El-Chukri “desde el verano de 1996 al verano de1998, especializándose en Química, pero no llegó a graduarse”.
Su madre, Zuhrah, dijo que al principio se interesó por la Química, pero que luego cambió a cursos de computación porque era un tema más sencillo. “No tenía suficientes conocimientos”, dijo Zuhrah. “Estudiaba por un semestre, empezaba y luego lo dejaba”.
Agregó que entre cursos, Shukrijumah viajaba a otros países a comprar mercancía para vender en los pulgueros además de trabajar en supermercados y pequeños comercios como minimercados. En otras ocasiones vendía autos usados y tarjetas telefónicas o ensamblaba celulares.
En algún momento, dijo, su hijo regresó a Arabia Saudita a participar en el Haj, la peregrinación a la Meca que todos los musulmanes están obligados a hacer al menos una vez en la vida si es que pueden cubrir los costos.
Shukrijumah fue identificado como militante de Al Qaida inicialmente por el organizador de los ataques del 9/11 Khaled Sheikh Mohammed, también conocido como KSM, mientras era interrogado después de su captura en Pakistán en el 2003, según informes publicados.
Muchos informes contradictorios han salido a la luz sobre Shukrijumah. A veces se le describe como técnico nuclear o piloto comercial. La mayoría de sus apodos son variantes de la palabra “thayer”, piloto en árabe. Pero no existe ninguna evidencia de que Shukrijumah realmente haya tomado lecciones de aviación o sobre tecnología nuclear.
Un analista militar estadounidense asignado a una unidad en Afganistán, que vigiló a importantes militantes de Al Qaida en el período 2006-2007,dijo que mientras que el nombre de Shukrijumah aparecía en algunos informes, realmente no se encontraba “entre los 10 primeros de nuestra lista”.
Pero Shukrijumah ha sido vinculado en tantas conspiraciones y ha sido visto en tantos países, entre ellos Panamá, Honduras, México, Trinidad, Canadá, Gran Bretaña, Marruecos, Arabia Saudita y Yemen que algunos lo han empezado a llamar el Elvis Presley de Al Qaida.
No importa cuántas veces se haya acusado a Shukrijumah de complotar durante sus viajes alrededor de mundo, su madre en Miramar, Zuhrah, sigue convencida que todas las acusaciones de que su hijo es terrorista son falsas. Al preguntársele en julio en la puerta de su casa en Miramar, la misma donde vivía Shukrijumah antes de partir, si sabia algo de su hijo, Zuhrah respondió: “No se si aún esta vivo”.
Aunque mucho se sabe sobre Shukrijumah, mucho aún queda por entender. Quizá lo mas importante de todo es establecer a ciencia cierta si realmente Shukrijumah tuvo contacto con los terroristas del 11 de septiembre, algunos de los cuales vivieron en el condado Broward antes de los ataques.
Una inspectora de inmigración dijo a los investigadores del 9-11 que estaba “75 por ciento segura’’ de haber visto a Shukrijumah con Mohamed Atta, uno de los pilotos del 9-11, y otro individuo en el antiguo edificio del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) en la esquina de la Calle 79 y el Bulevar Biscayne en Miami el 2 de mayo del 2001.
Según el informe del 2004 del panel nacional que investigó los ataques del 9-11, Atta trataba de extender la visa de uno de sus dos acompañantes, posiblemente Ziad Jarrah, piloto del vuelo 93 de United Airlines que se estrelló en campo abierto en el estado de Pensilvania.
El padre de Shukrijumah, Gulshair Shukrijumah, dijo a los periodistas antes de su muerte en el 2004 que la última vez que vio a su hijo fue en mayo del 2001. El FBI dice que Shukrijumah salio del país semanas antes de los ataques del 9-11. Estas versiones, la del padre y la del FBI, sugieren que es posible que Shukrijumah haya acompañado a Atta a la oficina del INS en Miami, aunque su madre dijo que su hijo salio para Trinidad en enero del 2001 y nunca regresó.
El informe de la comisión federal que investigo los ataques del 9-11 señaló que “hasta la fecha” no había emergido ninguna información vinculando a Shukrijumah con el complot del 9-11. Pero el informe también apuntó que no se podía descartar alguna asociación debido a que Shukrijumah “está considerado como operativo de Al Qaida bien conectado”.
Una de esas conexiones, según el informe, fue su propio padre que había sido imam o líder de mezquita que había atestiguado a favor del Sheikh Omar Abdel Rahman, un líder musulmán egipcio condenado a cadena perpetua en Estados Unidos por un complot para atacar el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York así como los túneles Lincoln y Holland y el Puente George Washington, también en Nueva York.
Después de los ataques del 9-11, Shukrijumah se puso en contacto con su familia en la Florida, según sus padres.
“Un mes o dos después del 11 de septiembre, creo, estaba en Trinidad, y me llamó”, dijo Zuhrah. “Preguntaba sobre lo que había pasado después del 11 de septiembre y le dije que no tenía buenos presentimientos de que regresara aquí. Vete a otro lado. Sentí que toda la atención estaba sobre los árabes y los musulmanes. Quién sabe, quizá también se fijen en ti”.
El padre de Shukrijumah dijo que la úultima vez que supo de su hijo fue en octubre del 2002, mientras se encontraba en “Marruecos enseñando inglés”.
Pero para el 2003, después de la captura de Khaled Sheikh Mohammed, el nombre de Shukrijumah quedó vinculado a varios complots terroristas y fue visto en varias partes del mundo.
El ex fiscal Jeffrey Sloman dijo que pensaba que no era coincidencia que Shukrijumah hubiera coincidido en Broward justo cuando Mohamed Atta y los otros terroristas estaban en el sur de la Florida. “Es algo que da bastante miedo”, manifestó. “Ni siquiera [el novelista] Carl Hiaasen podría inventar cosas así”.
En el 2010, agente antiterrorismo del FBI radicado en Miami Brian LeBlanc dijo a The Associated Press que Shukrijumah y otros dos líderes de Al Qaida formaban parte de un “concejo de operaciones externas” que designaba y aprobaba conspiraciones y hacía reclutamiento para esas operaciones. Pero los otros dos militantes resultaron muertos en ataques realizados por aviones estadounidenses no tripulados, dejando a Shukrijumah como jefe de facto y sucesor de Khakled Sheikh Mohammed. “Tomar decisiones operativas es quizá la mejor forma de describir lo que hace”, dijo LeBlanc “Busca atacar a los Estados Unidos y otros países occidentales. Y ha sido a través del desgaste que se ha convertido en jefe”. Pero aun después de todas las acusaciones contra Shukrijumah, solamente ha sido encausado formalmente una sola vez, bajo cargos de organizar un ataque con terroristas suicidas contra el sistema de trenes subterráneos de Nueva York en el 2009. Dos inmigrantes afganos se declararon culpables del complot el año pasado y cooperaron con los fiscales. Un tercer individuo aún espera ser juzgado.
El encausamiento federal, hecho público el año pasado, ubicaba a Shukrijumah en Pakistán donde presuntamente se planearon los ataques en el 2008.
Nadie sabe el paradero preciso de Shukrijumah.
Funcionarios del gobierno panameño confirmaron en el 2004 que Shukrijumah había estado allí entre el 11 y el 21 de abril del 2001 y que había estado hospedado parte del tiempo en el Hotel Covadonga que ofrece habitaciones por $15 la noche. Entró con una pasaporte guyanés y una visa de turista.
Funcionarios del gobierno hondureño informaron en el 2004 que Shukrijumah había sido visto en una café Internet haciendo llamadas telefónicas a Estados Unidos y Francia. Funcionarios del FBI en aquel entonces descartaron el informe.
Pero la embajada de los Estados Unidos en Tegucigalpa días después informó de que dos empleados de la legación habían visto a un individuo que se parecía mucho a Shukrijumah en un Subway, según un cable filtrado a Wikileaks. Wikileaks suministró el cable a McClatchy, la empresa matriz de El Nuevo Herald y The Miami Herald.
En aquel momento, el FBI y el Departamento de Justicia emitieron una alerta para la frontera mexicana de que Shukrijumah podría tratar de entrar a los Estados Unidos a través de Arizona o Texas.
Scheuer, el ex analista de la CIA, dijo que no había “visto nada que me haga dudar” informes de que Shukrijumah ha usado contrabandistas de inmigrantes mexicanos y quizá traficantes de drogas para infiltrarse a los Estados Unidos más de una vez desde los ataques del 9-11.
La reportera Siobhan Morrissey también contribuyo a este informe
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