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| Wáscar Antonio Cavallo Michael Valdez Castillo |
El presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) reveló hoy que el cabo Wáscar Antonio Cavallo Montero y los demás integrantes del grupo que asesinó al teniente coronel César Augusto Ubrí Boció, se dedicaban a robar vehículos para desguarzarlos y vender sus piezas a una tienda de repuestos.
El mayor general Rolando Rosado Mateo informó que en un allanamiento a la residencia de la abuela de Cavallo Montero, fueron halladas decenas de piezas de vehículos robados y desmantelados por el grupo.
En relación al caso dijo que está preso y es investigado el comerciante José Rafael Mejía, propietario de una tienda de repuestos localizada en la avenida San Martín a esquina calle 14 de Junio, en el ensanche La Fe, quien compraba piezas de vehículos que eran robados por el cabo de la Policía.
Rosado Mateo reveló que la Policía y la Dirección Nacional de Control de Drogas buscan a un hombre conocido como Modesto, quien formaba parte del grupo y tiene en su poder la yipeta Toyota Hilander del teniente coronel Ubrí Boció.
El oficial dijo que Modesto es quien desguazaba los vehículos y luego entrega las piezas a la tienda de repuestos para su venta al público. Exhortó al prófugo a entregarse pacíficamente con el vehículo del teniente coronel Ubrí Boció.
El presidente de la DNCD hizo las revelaciones al comparecer en el programa El Día, que dirige Huchi Lora, por Telesistema, Canal 11, de 6:00 a 8:00 de la mañana.
El mayor general Rosado Mateo dijo que el cabo Cavallo Montero “no era un agente policial cualquiera”, que no hizo entrenamiento y pudo ingresar a la Policía por el tráfico de influencia de su padre, un mayor que lleva el mismo nombre.
El alistado había sido dado de baja de la Policía pero su padre logró que reingresara, señaló.
Cavallo Montero, dijo Rosado Mateo, es un criminal que poseía armas largas como fusiles, ametralladoras y escopetas, asimismo pistolas, revólveres y pertrechos militares siendo apenas cabo de la Policía.
El presidente de la DNCD dijo que la camioneta en que se desplazaba cuando era perseguido en la madrugada de ayer, había sido robada mediante atraco, “como era su forma de operar”.
El asesinato del teniente coronel Ubrí Boció fue resulto rápido porque la subconsultora jurídica de esa agencia, Yocasta Maríñez, identificó a Michael Valdez Castillo (que no se apellida Cury como se informó erróneamente), como el hombre que abrió la puerta y la bajó de la yipeta en que estaba con el oficial.
Valdez Castillo fue apresado y conducido a la sede de la DNCD, donde negó los hechos, pero posteriormente detalló cómo cometieron el crimen y quiénes participaron en el mismo.
El mayor general Rosado Mateo narró que a partir de ese momento se montó una vigilancia en Los Cacicazgos, en la residencia del cabo Cavallo Montero quien salió de su casa a las 3:30 de la madrugada acompañado de su madre.
Y cuando se dio cuenta que era seguido inició una frenética carrera por la avenida 27 de Febrero, al rato giró en U y poco después estrelló la camioneta contra la verja frontal del Ministerio de las Fuerzas Armadas.
Explicó que el mayor Wáscar Cavallo Deñó, padre del cabo policial, fue empleado del dispensario médico de la DNCD en el 2007, pero posteriormente fue sacado de la institución.
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