Por WILSON RING y JENNIFER PELTZ / The Associated Press
MONTPELIER, Vermont - Helicópteros de la Guardia Nacional de Estados Unidos comenzaron ayer a llevar agua y alimentos a pueblos aislados por inundaciones luego que los restos del huracán Irene tomasen por sorpresa el fin de semana a áreas del interior de Nueva Inglaterra y el norte de Nueva York.
El portavoz de los servicios de emergencia del estado de Vermont, Mark Bosma, dijo que los helicópteros llevarían ayuda para personas en más de una decena de pueblos donde caminos y puentes fueron destruidos por las aguas, incluyendo Cavendish, Hancock, Pittsfield, Stockbridge, Strafford y Stratton.
Las autoridades además emplearon vehículos todoterreno de la Guardia Nacional para llegar a pueblos en los que los caminos pudieran ser aceptables.
En un diluvio que tomó desprevenidas a muchas comunidades, Irene arrojó hasta 28 centímetros de agua en Vermont y más de 33 centímetros en partes de Nueva York, tornando plácidos riachuelos y arroyos de montaña en torrentes lodosos que golpearon edificios y arrancaron viviendas desde sus bases. Al menos tres personas murieron en Vermont.
Pequeños pueblos en el norte de Nueva York, especialmente en las montañas de los Catskills y las Adirondacks, fueron golpeados también por las aguas.
Al menos 46 personas murieron a causa de la tormenta, que barrió el Caribe y la costa oriental estadounidense antes de azotar Canadá.
En el pueblito de Newfane, en Vermont, unas 150 personas no pudieron conducir sus automóviles hasta sus casas, y 30 de ellas quedados varadas en sus vehículos. Siete puentes fueron derribados. Dos casas fueron sacadas de sus bases por la crecida. Un molino de harina del siglo XIX fue reducido a pedazos de madera.
El número de muertos en los 11 estados orientales del país aumentó por lo menos a 40, en su mayor parte a causa de árboles derribados o por electrocución con cables desprendidos.
En Canadá, un conductor desapareció tras ser barrida una carretera que se tragó a dos automóviles a unas 62 millas al noreste de Montreal.
Además, Irene mató por lo menos a cinco personas en la República Dominicana y Haití, y a otra, una mujer, en Puerto Rico. Para mucha gente, las consecuencias podrían ser incluso más penosas que el propio meteoro.
En Carolina del Norte, donde Irene tocó tierra el sábado en la cadena de islas denominada Outer Banks, unas 1,000 personas seguían en refugios de emergencia.
Al mismo tiempo, casi cinco millones de hogares y empresas en 12 estados siguen sin electricidad, y las empresas eléctricas advirtieron que podría pasar una semana o más antes de que algunos clientes puedan prender las luces.
El transporte público había vuelto a la normalidad en la mayor parte de la costa este.
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