Por: David Ramírez.
Recientemente el Ministerio de Educación dispuso la cancelación de los profesores Luis Amaury Féliz Gómez y Félix Amaury Féliz Santana, vinculados por el también profesor, Fernándo Carrasco, como cómplices en el asesinato de la directora escolar Lenny Feliz. Desde el principio hemos venido exhortando a nuestros colegas comunicadores a mantener la ética con lo que se publica sobre este caso para no dañar la reputación de personas que más tarde podrían ser encontradas inocentes por un tribunal. Creo firmemente que sin presunción de inocencia, la condena moral es un abuso como otro cualquiera. La presunción de inocencia es una garantía consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en tratados internacionales sobre derechos humanos como, por ejemplo, la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica. El artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice “Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en un juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias a su defensa”. Lo que acaba de realizar el Ministerio de Educación, cancelar a estos dos profesores que han reiterado su inocente desde que fueron arrestados por la policía, nos deja atónitos. Esto así, porque creíamos hasta ese momento que la presunción de inocencia es un principio de orden constitucional y para determinar su culpabilidad había que esperar que sean los tribunales judiciales que evacuen sus sentencias. El Ministerio de Educación, no ha esperado una sentencia de un tribunal para determinar la culpabilidad o inocencia de estos dos maestros, ha procedido a cancelarlos de sus puestos de trabajos en esa cartera, lo que consideramos una violación las leyes laborales dominicana. Consideramos que pudieron haber sido suspendido sin disfrute de sueldo hasta esperar una sentencia definitiva. Estas cancelaciones es una decisión muy mala y hasta penosa. El Ministerio de Educación se adelanta a los acontecimientos y condena moralmente ante la sociedad a estos dos profesores, sin ninguna prueba vinculante en este asesinato, Educación se expone, si los acusados son encontrados inocentes por un tribunal ordinario de justicia, a ser sometida a un tribunal contencioso, ya que sus cancelaciones podrían considerarse ilegal y discriminatoria. Con la muerte de la profesora Lenny Feliz, la reputación del Ministerio de Educación quedó fuertemente manchada. Sabemos que no cuenta con mecanismos para detectar a tiempo en las aulas asesinas crueles y sádicos. Pero la decisión de cancelar a estos dos maestros, sin esperar sentencia de un tribunal, menoscaba aún más la autoridad moral del Estado. Con estas cancelaciones, el Ministerio de Educación, asesinó moralmente a estos dos maestros, si ocurriera que son encontrados inocentes de todos los cargos por un tribunal, ya el daño estaría hecho. Difícilmente podrán insertarse en el mercado laboral.
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